Al fin un lugar donde quedarme.

Miré la casa de arriba abajo, por fin había llegado. Era bastante bonita por fuera. Estaba cansada de siempre marchar cuando el dinero escasease. Sin embargo, ya no tengo que pagar ni a hoteles ni a posadas... Y no creo que sea para tanto encargarse de una casa, ¿no? Escuché el bufido alegre de Nov, que se precipitó a entrar. Suspiré, espero que no queme nada...

Por dentro es mucho mejor que por fuera. Solté un silbido de admiración cuando entré. Sin embargo, mis ojos se posaron en Nov, que iba directo a los sofás. Le paré enseguida.
-Tú al jardín.-Espeté, señalando hacia donde estaba. Ya lo miraré luego. En aquel momento tenía que poner mis cosas en mi habitación...
Cuando entré, me gustó bastante. No era una habitación pequeña, era grande. Encima con una terraza, me gustaría asomarme. Miré un momento por ella, no estaba mal. Volví a centrarme y a poner las cosas bien. Metí la ropa en los armarios, cosas en los cajones... Y bueno, creo que aun me queda ordenar las demás cosas.

Ya lo terminé todo, ha sido agotador... Sin embargo, la casa perfecta. Ahora. Todo preparado. No voy a pensar que tendré que ordenar luego todo... Me senté en el sofá, cansada.

En mi cuartel, antes de salir hacia el Reino de los demonios, prometí que le haría una casa a Lairy, no me gustaba que ninguno de mis habitantes se quedase sin casa, ni me quería imaginar no tener un techo propio donde vivir... Eso tenía que ser muy duro.

Revisé unos informes en mi cuartel que me llegaron a última hora. Los leí por encima, no parecían muy importantes así que los guardaría en el cajón con llave y más tarde lo analizaria y leeria mas detenidamente.

Me arreglé la ropa que tenía, ya que estaba arrugada entre tanta pelea.

Salí por la enorme puerta del cuartel y ví la luz del sol con la que alumbrara todo el pueblo. Bostecé.

-Que buen dia hace... ideal para darse una vueltecita.-Pensé. Nada mas salir del cuartel ya se podía ver la nueva casa de Lairy. Di dos golpecitos breves a la puerta con los nudillos de mi mano derecha. Me dí de que estaba abierta. Entré y avisé.

-¿Hola? Soy Urameshi.-Dije. Al dar unos pasos me encontré a Lairy en el sofá.-Uh... perdón que te moleste...-Me disculpé.-Se te vé cansada, permíteme que lo restante que queda por ordenar lo haga yo.

Escuché que alguien había llamado a la puerta. Iba a levantarme a abrir, sin embargo, me había dejado la puerta abierta. Pude ver que Yu había entrado en la casa. Suspiré, menos mal que no era ningún ladrón ni nada. Me levanté.
-No, ya lo he hecho todo. Y estoy bien, de verdad.-Estoy algo cansada, pero estoy bien.-Gracias.

La chica amablemente me dijo que ya había hecho todo. Vaya, llegué tarde, como siempre...

-Vaya...-Dije.-¿Que puedo hacer para ayudarte?.

-Con tu permiso...-Dije y me senté en el sofá.-Espero que no te moleste que me haiga asentado, si es así me lo dices tranquilamente.

La miré y me sonrojé.

-Creo que... siento algo por tí. Quizás amor a primera vista... La verdad es que eres muy guapa y simpática...

Sonreí levemente al escuchar la respuesta que me dio Yu.
-Tranquilo, ya no hay nada que requiera ayuda.-Le dije. Luego, me senté en el sofá. Él hizo lo mismo, pero preguntó educadamente si podía sentarse. Negué con la cabeza, respondiéndole. Claro que no me importaba que se sentase. Era mi invitado. Me miró un momento y se sonrojó... Hasta que luego vinieron sus palabras. Y su declaración sobre sus "sentimientos" Me sonrojé un poco también.
-Yo nunca he creído en el amor...-confesé, a media voz.-Y mucho menos en el amor a primera vista. Nunca he llegado a enamorarme, así que no sé lo que se siente.-Y me ha sorprendido bastante que dijese aquellas cosas sobre mí. Y aun más de que era muy simpática. Solía mostrarme fría con los demás. ¿Qué pasa ahora?
-Sin embargo...-callé de repente. Me quedé así un buen rato. Ya había empezado a hablar, no podía echarme a atrás. Acabé sonrojándome más de lo que estaba. Le miré fijamente, a los ojos. Cogí aire y me armé de valor-Yo también... Pienso que siento algo por ti. No sé muy bien lo que es, quizás sea el amor... Pero no es una cosa tan simple como la amistad. Estoy... segura... Y es muy confuso.
Oh, Geo me ha lavado el cerebro y ahora pienso que estoy enamorada. Quizás esto simplemente sea una excusa. Giré la cabeza con brusquedad a otro lado, avergonzada por lo que acababa de decir. No solía ser muy sincera con mis sentimientos... Y mucho menos con los demás. Sin embargo, acababa de sincera con Yu. Oh, creo que mi reputación de "insensible" se ha ido al traste.

Miré hacia el suelo mientras escuchaba las palabras de Lairy.

-No te creas, yo tampoco me he enamorado a primera vista, pero tu eres una excepción, no sé por que, quizás sea cosa del destino....-Le dije.- De hecho, ni a primera vista ni a nada...-Hice una pequeña pausa.-Pero si quieres, esto puede eseperar.

Permanecí un buen rato callada, con intenciones de ordenarlo y asimilarlo todo. Sin embargo, era más complicado de lo que parecía.
-Agradezco que seas comprensivo. Aunque... se me dan fatal estas cosas.-Y era cierto, no sabía mucho sobre estos temas.-Parece que esto va demasiado rápido. Es un alivio que me hayas dado tiempo a pensar... Aun así, creo que no habrá el tiempo suficiente para saber qué ocurre.

Al igual que ella, yo también me quedé callado un rato, me quedé bloqueado no sabía que decir. Estas situaciones eran un poco comprometidas.

-Está bien, lo dejo a tu elección.-Dije, después me levanté del sofá y miré al jardín.-Bonitas flores.-Comenté

Miré como Yu se levantaba del Sofá y miraba en dirección al jardín. Ahí estaba Nov, volando. Espero que no chamuscase nada, me costó mucho que el jardín se hiciese así.
-La mayoría son flores lunares. En las noches de luna llena, se vuelven blancas... Sin embargo, muestran todo su esplendor.-Le expliqué. Siempre me habían encantado aquellas flores.

-Vaya, que flores mas curiosas... nunca había visto ningunas de este tipo...-Comenté.-Seguro que cuando hay luna llena, el jardín se verá muy bonito, pero también puede pasar una desgracia...-Dije preocupado.-Verás, cuando hay luna llena, a los lobos nos afecta muchísimo. Nos volvemos mucho mas violentos y sanguinarios, tanto que incluso podemos matar accidentalmente a alguien del pueblo. Yo no tengo peligro porque ya lo se dominar, pero me preocupa por los demás lobos, que no lo saben controlar y esto se podría convertir en una carniceria... Todo esto ocurre cuando la miramos nosotros, los lobos, así que sería mejor evitarla.-Expliqué

-Por eso tengo las flores en el jardín-expliqué.-Ya que no podré ver la luna, las podré ver a ellas... Nunca me he descontrolado las noches de luna llena, sin embargo... me transformo inevitablemente. -suspiré, resignada..-Es algo que siempre me ha ocurrido y no puedo evitarlo, podría decirse que no estoy demasiado acostumbrada a esto, aunque haya nacido con él... Siempre me he mostrado ante los humanos como ellos. Lo cual no suelo tener muchas transformaciones... Suerte que mantengo la conciencia y no mato a nadie.

-Entiendo... Pues una preocupación menos, si hay que hacer alguna misión con luna llena quizás te llame...-Sonreí de lado.- Y bueno, ¿Estás contenta con la casa?

-Ya, aunque a veces es molesto estar transformada durante una noche... Aunque te sientes más libre. Pero no estoy acostumbrada.-Reí.
-Si, estoy muy contenta. Ya por fin dejaré de ir de un lugar a otro.-No pensaba que encontrar una casa fuese tan fácil... Y es mucho más fácil que estar siempre de un lado a otro.-Creo que por fin podré descansar.

-Pues sin mas dilaciones, te dejo descansar, no quiero molestar mas.-Dije amablemente y me fuí por la puerta.