Sala del trono.

Nada mas abrir las inmensas puertas de roble se puede ver una simple sala del trono, cuyas paredes estan decoradas con cuadros y gandes ventanales que dejan traspasar la luz fria del Reino.
En fondo a la sala se puede ver un sobrio trono de madera lacada, el cual se encuentra casi siempre vacio ya que el Mestro Mormont se encuentra fuera del castillo la mayor parte del tiempo.
Aun asi, él esta dispuesto siempre a recibiros para escuchar todo lo que tengais que decir.

Por fin, había llegado al reino de Dirgan. Lo peor es que no sé exactamente qué hago aquí. Porque esto parece una estupided. Aun así, no puedo fiarme de Jeor. Es un cazador, me extraña bastante que haya hecho una alianza con Warg. Aunque es él quien había ayudado a cuidarme el brazo. Aun así, quería saber si pasaba algo o no. Iba a preguntarle unas cuantas cosas. Llegué al reino, pero me sentía intimidada por las miradas de los cazadores. Me dirigí a la sala del trono. Le dije a los guardias que estaba en la lista, me dejaron pasar. No es muy normal ver a una loba como yo pasar. Abrí la puerta.
-¿Hola? No quisiera molestar, tan solo vine a hacer una visita.

En fondo a la sala, la chica puede ver como el Maestro habla con una persona anciana vestida con una tunica negra.
Mormont retira su mirada de esa persona y mira momentaneamente a Lairy para volver a prestar atención a su interlocutor.
Pasado un minuto, el anciano hace una reverencia y se marcha con paso tambaleante.
El Vejo Oso lo sigue con la mirada y cuando este se va, fija sus ojos escrutadores sobre la recien llegada.
-¡Ah! La Srta. Hanet, si la memoria no me falla... ¡Que visita tan inesperada! Supongo que después de un largo viaje estareis exhausta ¿Quereis algo de comer o de beber?-hace un gesto con la mano y enseguida un guardia acorre y posa una silla al lado de la visitante- Decidme ¿Como puedo seros util?

Contemple como Jeor estaba hablando con un anciano, vestido de túnica gris. Siguió hablando con él. Una vez dada por terminada la conversación, el anciano se dirigió hacia la puerta. Haciendo ademán de marcharse. Y Jeor prestó su atención en mí.
-No quiero nada, gracias.-Dije, simplemente. Con un gesto, Jeor ordenó a uno de los guardias que corriese una silla junto a mí. Me senté.
-Es cierto que ha sido un viaje bastante largo-le dije.-Pero no necesito nada. Vine a visitar el reino, aprovechando que puedo entrar en él...-Sonreí de lado. Ni siquiera había caído en cuenta de que todo esto podría ser una trampa mortal. En aquel momento, estaba en su territorio. Cualquier cosa podría pasar. Lo mejor es no causar sospechas, así quizás pueda retirarme con vida.

-Ah... una visita de cortesia-dice Mormont sonriendo-Pues... ¿Que decir? Bienvenida a Dirgan, reino del norte y sede de los Cazadores... si lo que quereis ver es el reino, os puedo decir que tenemos un bosque esplendido y unas cataratas muy bonitas- dice con tono de guia turistico- tenemos también este castillo... aunque no es demasiado interesante... y me teneis a mi, Jeor Mormont, Maestro de los Cazadores, para cualquier cosa en la que os pueda servir...-Mormont inclina la cabeza en modo comico y se queda mirando a su huesped.

OFF: Perdon por la tardanza, estaba algo ocupado... ^^"

-Una visita de cortesía...-murmuré. Si, podríamos llamarlo así. Asentí ante sus palabras y escuché atentamente lo que decía. Al parecer, la ciudad no estaba mala mal. Lo que pasa es que estaba llena de cazadores. Aunque el reino tiene mucha más seguridad. Comencé a pensar. ¿Me estaba metiendo en un buen lío? Si, seguramente. Volví a repetirme que esto estaba lleno de seguridad, si decía algún comentario iriente hacia el cazador, estaba perdida. Tenían armas de plata, y eso me debilitaban mucho. Tragué saliva y no dejé mostrar mi nerviosismo. Me volví a poner seria.
-Hum... es interesante.-Comenté, asintiendo.-Aunque principalmente venía a ver como estaba y qué tal iba todo... Acabo de ver que estaba muy ocupado y no era mi intencion molestarle.

-¡No, no, no! Los visitantes siempre son bienvenidos al castillo Stark, lo que has visto era una charla de rutina con el Magister...-dice sonriendo- esto... el Magister es el "medico" de los Cazadores, perdon si uso lenguaje tecnico... es una especie de... "sabio", sabe mucho sobre quimica, anatomia, herbologia y esas cosas, asi que nos hace medicinas, venenos, potingues quimicos de varia utilidad, ademas es una biblioteca ambulante, él sabe mas de vampiros y lobos de lo que hay escrito en la biblioteca del castillo... en fin, como podeis ver, aqui estamos todos bien y de momento no nos dan guerra... y menos mal ¿Sabeis? Mucha gente ha ido desertando en estos ultimos años... eran buenos chicos... una pena que los haya tenido que matar-mientras lo dice, hace una mueca de dolor- por eso quedamos bastante pocos... si nos vieramos involucrados en un conflicto de gran escala, no sé que nos podria pasar...

Escuché hablar a Mormont. Al principio no entendía nada sobre de qué hablaba. Hasta que me lo explicó todo. Me explicó que aquel hombre que acababa de irse, era el Magíster. Una especie de médico/sabio... Que sabía sobre muchas cosas. También sobre lobos y vampiros.
-Tiene que ser muy útil tener a ese hombre entre vosotros.-Comenté. Aquel hombre, según el cazador, sabía muchas cosas. Tenía mucha información que podía ayudar a los cazadores. Después, escuché lo que dijo sobre que le iba bien. Que no le solían dar la guerra. Dijo que tuvo que matar a unas cuantas personas. Por su cara, el tema no le agradaba demasiado. Lo cual, no creo que disfrutase matándolos.
-Oh, cuanto lo siento...-Murmuré.

-Si, el Magister nos es muy util, aunque... es un poco anciano y me temo que lo perderemos pronto... pero es muy listo y él también se lo ha olido, jeje... el viejo zorro, justo cuando llegaste, me estaba pidiendo que le procurara un poco de cuero para encuadernar un compendio que habia estado escribiendo, ha ido recopilando lo que sabe en un libro para que podamos consultarlo aun cuando nos abandone- le va explicando a la muchacha con una sonrisa afable-con ese libro en nuestras manos, podriamos recoger a un joven y hacer que lo estudiara durante mucho tiempo y se convirtiera en el nuevo Magister, aunque, sinceramente, no me gustaria estar en su lugar...-rie- La verdad, no hay mucho de lo que reir, con la "invasion" de los demonios y la rivalidad que hay entre clanes... antes o después se desata la guerra y nosotros cazadores no pasamos un buen momento ¿Sabeis? Antes eramos toda una armada, pero nuestro Mestro, Sarion "El inquisidor", seguia una doctrina muy severa y yo, obviamente no estaba de acuerdo.
No sé si habreis oido hablar de él, supongo que seriais demasiado pequeña... Sarion era un buen lider, pero se habia metido en la cabeza que toda criatura no humana era impura y tenia que ser eliminada.
Aguanté durante mucho tiempo sus delirios... hasta que decidió atacar una aldea de lobos pacificos de Warg... fue una masacre, murieron muchas familias inocentes.
Yo no podia tolerar aquello, asi que le "obligué a entregar sus dimisiones" y claro, muchos no estaban de acuerdo con el cambio de jefe y bueno... el resto es historia.
Ahora somos los pocos guardias que ves, el Magister, mi escriba y yo...

Oh, qué lástima... Parecía ser que el Magister era bastante viejo. Ya lo había notado. Aunque el Magister fuese encapuchado y no se le viese el rostro... Tenía toda la pinta de ser un anciano... Además, sus pasos eran lentos y cansados... Es normal, no sé como aun puede mantenerse en pie, si Jeor dice que le queda poco tiempo de vida. Quizás es que los cazadores tengan una habilidad especial... O que el anciano haya hecho un esfuerzo sobrehumano para hablar con Mormont. Había muchas explicaciones. Sin embargo, en ese momento no me paré a pensar lo que podría pasar. Escuché con atención lo que venía después... Hacer que alguien joven se aprendiese aquel libro de memoria... Bueno, en el lugar de ese joven... Estaría aterrorizada por cumplir esa labor. Desperdiciar una larga vida... No me parecía bueno. Aunque la idea del Magister no era para nada mala... Coger un libro donde estuviesen todas sus memorias. Estos cazadores lo tenían bien montado.
En cierto momento, Jeor comenzó a hablar del antiguo Maestro, Sarion, el "inquisidor". Lo miré atentamente, curiosa por escuchar lo que iba a decir sobre él... Como una pequeña niña, esperando escuchar un cuento. Sin embargo, lo que me contó Jeor no era para nada un hermoso cuento de hadas. No, aquella historia comenzó a recordarme cosas que había creído olvidar. Según la historia de Jeor, Sarion había hecho que atacasen una pequeña aldea de Warg. Murieron muchas personas... Puedo recordar imágenes borrosas de cuando quemaron mi hogar... Sin embargo, no las veo con exactitud. Aunque fuese muy pequeña, aquellas imágenes jamás se borraron de mi cabeza. Y no creo que se me olvide. Acabé con quemaduras unos años... Sin embargo, el rostro de mi madre acabó quemado completamente. Apreté los puños con fuerza. Según Jeor, él echó a Sarion del Clan de los Cazadores.
-Me alegro de que fuese así.-Mascullé. Fue todo culpa de Sarion... pero ahora, no está entre los cazadores. Siento aun en mis oídos el sonido de la pistola. Un sonido que me perseguía en pesadillas... Y lo sigue haciendo. Tragué saliva, intentando controlar mi ira.-Escuché hablar de ese incidente.-No, lo he vivido. pensé.

-Ah, ya veo... por desgracia es algo que quedara grabado en los libros de historia... los Cazadores asesinos...-niega con la cabeza-desgraciadamente yo también soy viejo y en 14 años de mandato no he podido hacer mucho, solo recientemente, después de haber... "medidado" con los otros Cazadores, he podido empezar a comunicar con otros clanes, aunque, lo hice solo con los Lobos, que son los mas afectados por nuestros actos, los vampiros y esos demonios... esos ya no me convencen tanto, asi que de momento prefiero mantener las distancias.
Como puedes ver, estamos casi como cuando comenzamos...-suelta una carcajada- y luego os digo que nos va bien... ¿Os dais cuenta?

¿Cómo es que en catorce años no ha podido hacer casi nada? Además, pienso que el hombre que mató a tantos lobos no debería haber sido expulsado. Por mí que lo matasen. Aunque, esto es en el punto de vista de un lobo. ¡Qué más da! Yo hubiese preferido que el hombre estuviese muerto. Los Vampiros... a esos que los maten, me da igual. Y a los Demonios... Fueno, hace poco que conocía a Kay. No parecía tan mala, pero me han enseñado a no juzgar un libro por su portada. ¿Siguen igual? ¿Es que no han hecho nada? Decidí callarme, pues no sería bueno que unos cazadores se abalanzasen sobre mí, después de haber dicho tanto. Mi rostro volvió a expresar tranquilidad, no sé como.
-Si. Bueno, espero que mejore esta situación, me alegro al menos de tener una alianza.-No, no me alegra si es con cazadores. Que bueno que mienta tan bien.-Dejaré de molestarle y me marcharé ya.-Hice una inclinación de cabeza y me marché de la sala.

Mormont responde simplemente con un ligero gesto de mano y apenas la chica se va, se abstrae del mundo sumergido en sus pensamentos.
-(¿Alianza? Yo no he firmado ninguna alianza... simplemente he ido a presentar mis saludos, bah, da igual, no creo que a esa loba le importe mucho nuestra posicion, sinceramente, a mi tampoco me importa mucho la suya).
El Viejo Oso resopla, se levanta del trono y sale de la sala con paso ligero.

Nada mas abrir las inmensas puertas de roble se puede ver una simple sala del trono, cuyas paredes estan decoradas con cuadros y gandes ventanales que dejan traspasar la luz fria del Reino.
En fondo a la sala se puede ver un sobrio trono de madera lacada...

Entre sin mas, saludando a algunas personas en el camino, llega hasta donde esta Mormont
"Buenas tardes de casualidad es usted el bibliotecario, es un sitio muy lindo pero me pregunto, sabrá donde quedan los libros sobre las criaturas como demonios, licantropos entre otros, recién me inscribí como cazador y quisiera instruirme en el arte de aniquilar a estas criaturas"
-sonriendo-

-¿Bibliotecario?- el Viejo Oso se sobresaltó momentaneamente sorprendido por la insolencia del joven- Muchacho, estas hablando con Jeor Mormont, tu directo superior... hay que ver, los jovenes de hoy en dia...hmpf... en fin, siendo nuevo, no me extraña- Mormont se volvió a relajar posandose en el trono como si fuera una alfombra de piel recien desollada- Al menos seras tan educado como para presentarte ¿no?